Matrescencia y Patrescencia…
“Este proceso en el que una mujer se vuelve madre, explicado por la antropóloga Dana Raphael, Ph.D. (1973), es una crisis vital del desarrollo en el que una mujer transiciona desde la pre-concepción, el embarazo y el parto, o la adopción, hasta el periodo posnatal y más allá. Cada matrescencia es individual, se renueva con cada hijo, y posiblemente dure toda la vida!. La amplitud de los cambios abarca muchos aspectos - bio-psico-social-político-espiritual - y se pueden comparar a la crisis de desarrollo de la adolescencia. Una mayor atención en las madres ha generado nuevos conocimientos, desde las neurociencias hasta la economía, y permitido la emergencia de un nuevo campo de estudio llamado Matrescencia, en el que los diferentes especialistas se juntan para avanzar en el entendimiento de esta transición vital.”
Aurélie Athan, Ph.D.
La matrescencia y todas las transformaciones que implica la maternidad para las mujeres, nos ayudan a entender todas las transformaciones que a su vez la sociedad necesita implementar para apoyar mejor, dar más valor y espacio al bienestar de las madres y sus bebés, fundamental para el futuro de la sociedad. Las mujeres y personas gestantes que desean ser madres no deberían tener que perder en los planos profesionales, económicos o sociales. Ellas no deberían tener que “conciliar”, sino las instituciones, las políticas y leyes, la cultura y el sector económico, adaptarse a la maternidad - el sistema productivo al reproductivo. En ese sentido la sociedad debería experimentar una “matrescencia colectiva”, para que mujeres y hombres reconozcan la importancia de poner en el centro el maternar, paternar y cuidar, juntos, en las primeras etapas esenciales de la vida.
Por eso es importante hablar también de la Patrescencia y reconocer las transformaciones que conlleva la paternidad, que también tienen lugar en los planos psicológicos, sociales, espirituales, y hasta físicos… hoy sabemos por ejemplo que a nivel neurobiólogico, los padres involucrados en el embarazo, nacimiento y crianza de sus bebés, experimentan cambios hormonales y cerebrales. Por ejemplo, bajan sus niveles de testosterona y suben los de oxitocina y prolactina (las hormonas de la lactancia!) cuanto más tiempo pasan con sus bebés, y se modifican zonas de su cerebro: en las regiones corticales encargadas del procesamiento visual, que rigen la atención y la empatía hacia el bebé… Aunque la magnitud y distribución de estos cambios es mucho menor que la inducida por el embarazo en el cerebro de las madres (en recientes estudios se vieron cambios hasta 6 años después del parto!), convertirse en padre también modifica visiblemente el cerebro de los hombres, dependiendo de su comportamiento e implicación paternal.
Como la matrescencia, conocer y valorar la patrescencia es fundamental para el cuidado perinatal, permite implicar mejor a los padres y parejas, evolucionar hacia modelos de paternidad más modernos y parentalidades más igualitarias en los cuidados y la crianza de los niños.
De hecho también se está estudiando la neuroplasticidad que implica la experiencia de parentalidad en sus diferentes formas - cuando se trata de padres/madres no biológicos, adoptantes u otros cuidadores. Esto permite discernir los vínculos intrínsecos biológicos y los factores externos que impactan en el “cerebro parental” y así entender mejor desde dónde y cómo cuidamos, amamos y criamos, como personas y como sociedad.
Fuentes:
- Charla Ted “A new way to think about the transition to motherhood”, Alexandra Sacks, 2017
- “Pregnancy and adolescence entail similar neuroanatomical adaptations: A comparative analysis of cerebral morphometric changes”, Carmona et al. 2019
- Matrescence.com (Aurélie Athan, Ph.D.)
- “First-time fathers show longitudinal gray matter cortical volume reductions: evidence from two international samples”, Magdalena Martínez-García, María Paternina-Die, Sofia I Cardenas, Oscar Vilarroya, Manuel Desco, Susanna Carmona, Darby E Saxbe, Cerebral Cortex, Oxford Academic, 2022
- “Avances recientes en Neurociencia sobre Parentalidad en humanos”, Magdalena Martínez-García, Sofía I. Cardenas, Jodi Pawluski, Susanna Carmona & Darby E. Saxbe, National Library of Medicine, 2022
Los beneficios del apoyo de una doula en el parto…
La palabra “Doula” viene del griego y significa “una mujer al servicio de otra mujer”.
Fue utilizada a partir de los años 70 en referencia a mujeres experimentadas que encarnan las figuras femeninas que ancestralmente asistían a las parturientas de la mano de las matronas.
Hoy se refiere a mujeres no solo experimentadas sino también formadas, que apoyan a las mujeres y su entorno en todo el periodo perinatal: desde el deseo de ser madre hasta el final del posparto o de la lactancia materna.
Numerosos estudios científicos sobre el apoyo emocional y físico durante el parto han demostrado los beneficios de la doula: una profesional que no forma parte del personal hospitalario y hace un trabajo complementario, y que proporciona un apoyo diferente también del que puede recibir la mujer de su pareja o familiar acompañante.
- Reduce en un 50% la incidencia de cesáreas
- Reduce en un 40% el uso de fórceps
- Reduce en un 60% las solicitudes de epidural y en un 30% el uso de analgésicos
- Acorta en un 25% la duración de los partos
- Reduce en un 40% el uso de oxitocina sintética
- Reduce riesgo de complicaciones en el recién nacido y hospitalización en UCI
- Aumenta la iniciación y continuación de la lactancia materna
- Aumenta la satisfacción de la madre de la experiencia del parto
- Reduce la incidencia de la depresión posparto
- Aumenta la confianza de los nuevos padres en el cuidado de su bebé
- Mejora el vínculo padres-bebé
La doula y el padre/pareja/acompañante, idealmente trabajan juntos para mejorar el parto de la mujer. Un importante estudio randomizado ha mostrado que sumando una doula al apoyo del acompañante, se reducía la tasa de cesarea de 25% a 13%, y en el caso de un trabajo de parto inducido, se reducía incluso de 59% a 13%!
Fuentes:
- “A Doula Makes the Difference”, Nugent, Mothering Magazine, 1998
- “The doula book: how a Trained Labor Companion Can Help You Have a Shorter, Easier, and Healthier Birth”, Marshall Klaus, Ken Kennet y Phyllis Klaus, second edition, 2002
- Estudios de Klaus et al. 1986, Campbell et al. 2006, Hodnett, 2007
- “Continuous support for women during childbirth”, Cochrane Database of Systematic Reviews, Bohren, M.A., Hofmeyr, G., Sakala, C., et al. 2017
- EvidenceBasedBirth.com
¿Qué dice la OMS?
La Organización Mundial de la Salud recomienda que la mujer pueda ser acompañada de cualquier persona de su elección para que le preste apoyo emocional continuo durante el trabajo de parto y el parto y que la atención en lo ideal sea con los mismos profesionales en el prenatal, el parto y el postnatal.
Basándose en las necesidades de las mujeres para una mejor experiencia de parto, la OMS publicó una lista de recomendaciones para mejorar la atención en los centros de nacimiento y cuidar la salud física y el bienestar de las madres y neonatos, poniendo a la madre en el centro de la toma de decisiones.
Puedes ver aquí las recomendaciones en cuanto a la calidad de la atención, las prácticas en el periodo de dilatación, en el expulsivo, en el alumbramiento y la atención del recién nacido:
Cuidados durante el parto, para una experiencia de parto positiva, OMS, 2018
« Toda embarazada se merece una doula »
Susan Ross, Comadrona
Solemos ver el embarazo solo como una etapa de transición y pensar que nuestras emociones, al igual que nuestros malestares físicos, pasarán. Pero el embarazo es una etapa de oportunidad, una crisis vital con un gran potencial sanador, en el que la mujer experimenta una sensibilidad y capacidad de introspección especiales. Todo su ser se prepara no solo a parir sino también a maternar, y no solo a un cambio de vida sino a un cambio de identidad profundo,
de mujer a mujer madre.
Por eso el acompañamiento perinatal, que sostiene la mujer en su conexión con su presente en transformación, su pasado y futuro, aprovechando este momento empoderante y sanador, tiene,
en ese tiempo limitado, un impacto profundo y duradero en el bienestar
de la madre, en el de su bebé y de su familia.
“Amamantar....
Es sencillo y hermoso, si la mujer está bien informada.
Es un derecho, para todas las mujeres de todo el mundo.
Promueve la salud de la madre y de su bebé.
Favorece el vínculo afectivo entre la madre y su criatura.
Da validez a los conocimientos ancestrales de las madres.
Confirma la capacidad de la mujer para controlar su cuerpo.
Aumenta la autoestima y la confianza de la madre en satisfacer las necesidades de su criatura.
Reta al modelo consumista y de intereses que promueven la lactancia artificial.
Es un derecho de la mujer trabajadora.
Precisa cambios sociales y culturales que permitan vivir libremente la experiencia.
No es una esclavitud.
Une a las mujeres de todo el mundo.
Despierta la sabiduría ecológica y el sentir de comunión con la Madre Tierra.
Forma parte de la sexualidad de la madre y de la criatura.
Recupera la dimensión de placer y satisfacción para las madres y sus criaturas.
Es dejar fluir, desparramarse piel con piel.
Disfrutar de la animalidad con plenitud de conciencia.
Es un acto de amor.”
María Jesús Blázquez, Catedrática de Biología-Geología, co-fundadora de Vía Láctea, III Congreso de Lactancia Materna 2004.
Los numerosos beneficios de la lactancia materna a corto y largo plazo, para el bebé como para la madre (y para el planeta!), han sido más que demostrados por cantidad de estudios científicos
y hoy se está volviendo a promover la lactancia materna a nivel mundial.
Tanto la Organización Mundial de la Salud (OMS), UNICEF, la Academia Americana de Pediatría (AAP) o la Asociación Española de Pediatría, entre otras organizaciones expertas,
recomiendan y promueven la alimentación exclusiva al pecho durante los primeros 6 meses de vida del niño y continuar con el amamantamiento junto con otros alimentos que complementen la alimentación hasta los 2 años o más, mientras madre e hijo lo deseen.
Pero para poder hacer esto las madres y familias necesitan estar bien acompañadas - tener información y apoyo es fundamental para lograr la lactancia deseada!